Alá es el término árabe con el que se denomina a DIOS TODOPODEROSO; el Creador, el Sustentador, el Señor de toda la Creación, incluyendo la Tierra, el Universo y la Vida Ultraterrena. Los musulmanes adoran al Dios de todos los profetas, entre los que se encuentran Noé, Abraham, Moisés, David y Jesús (la paz sea con ellos). Cuando la gente le preguntaba al profeta Mahoma que describiera a ALÁ, solía dar la siguiente descripción: Él es Alá, el Único (1) Alá, el Eterno y Absoluto. (2) Ni engendra ni ha sido engendrado (3) y no hay nada ni nadie que se asemeje a Él (4)." (Corán 112:1) Él no es uno ni dos ni tres. Ni tampoco es esposo, descendiente o ancestro de alguien. Él es Supremo y Omnipotente. El Corán nos dice: “…No tengáis dos dioses: porque Él es el Único Alá…" (Corán 16:51). En otras partes del Corán, leemos: “…Así que creed en Alá y Sus mensajeros, y no digáis "tres"; ¡dejad de hacerlo! es mejor para vosotros - Alá es UN DÍOS ÚNICO. Está muy por encima en Su gloria de tener un hijo. Suyo es cuánto hay en los cielos y en la Tierra. Y Alá basta como Guardián". (Corán 4:171). El principio de "Unicidad de Dios" o la "Unidad Divina" es el alma misma del Islam. El Corán está llenó de argumentos de peso que apoyan este principio. "Nunca ha engendrado Dios a un hijo, ni tampoco nunca ha habido otro dios a Su lado. (En ese caso), cada dios hubiera regido su propia creación, y algunos hubieran superado a otros. Él sabe lo que está oculto y lo que está al descubierto: ¡Exaltado sea Alá por encima de los compañeros que Le son atribuidos! (Corán 23:91) En otra parte refiere, "Si hay, en los Cielos y en la Tierra, otros dioses además de Alá, ambos (los Cielos y la Tierra) se hubieran destruido. Pero gloria a Alá, Señor del Trono: ¡Él está por encima de todo lo que Le atribuyen! Él no Le pedirá explicaciones de Sus actos, pero ellos tendrán que responder por lo que hagan." (Corán 21:22-23)
Se ha establecido que existe un poder superior que crea, controla y gestiona el Universo. Este poder superior recibe diferentes nombres de personas distintas. Pero el Corán proporciona el nombre que incorpora todo lo perfecto, lo sublime, y los más hermosos rasgos dignos de ese poder superior: "ALÁ". La mente humana es incapaz de conocer la realidad de Alá. La mente humana no puede tener una plena comprensión de sí misma y de los numerosos hechos de la realidad del Universo. El hombre sólo puede darse cuenta de los efectos de algunas fuerzas de la naturaleza y de fenómenos que ocurren, pero no alcanza a comprender la realidad de las cosas. ¿Cómo podría un ser humano aspirar a comprender la Esencia de Dios, el Todopoderoso? Sólo podemos conocer Su naturaleza por medio de Su revelación divina. "Este es Dios, vuestro Señor, no hay más Dios que Él, el Creador de todas las cosas, así que debéis adorarle; Él es el guardián de todas las cosas. La vista no Le alcanza, pero él puede verlo todo; Él es Sutil, el Conocedor de lo más recóndito)." (Corán 6:102-103) Alá no es el Dios de un clan, o de un grupo de personas, o de una provincia, o de un período de tiempo. Más bien Él es"... el Señor de los Mundos "(Corán 1:2),"... el Señor de los Cielos y la Tierra..." (Corán 18:14), y "...el Señor de oriente y de occidente, y todo lo que hay entre ellos..." (Corán 26:28) El Corán dice: "... ¿Debería buscar a otro señor que no sea Alá, siendo Él el Señor de todas las cosas?" (Corán 6:164).
Sólo se puede llegar a la verdad única por medio de la negación de falsos supuestos. Los musulmanes comienzan su camino espiritual mediante la negación de todos los dioses y la afirmación de la frase absoluta, "no hay más dios que Alá". Este testimonio es la base de la creencia islámica y donde reside la emancipación espiritual e intelectual de la mente y del corazón del musulmán; una aclaración a los dogmas y creencias erróneas. En su esencia, el testimonio de la unicidad es una liberación de la prisión personal del pantano espiritual. No hay nada que pueda adorarse salvo al Dios Único, al Creador y Sustentador de todo el Universo al que los musulmanes llaman ALÁ. Hay un Creador y todo lo demás es creación de Dios. Tenemos un vínculo directo con el Creador y un lazo común con todo lo que Él ha creado. Las siguientes creencias sobre Alá son necesarias:
Él no tiene ni cuerpo ni forma, está libre de restricción, limitación y semejanza, y es indivisible. Nada es como Él ni tampoco Él es como nada. No tiene límite de medida, espacio o tiempo. Está libre de diligencia, descanso y cambio. Todo está a Su alcance. Gobierna el Trono (de la autoridad) y a todo el universo. No obstante, él lo comprende todo, incluso bajo lo más profundo. Sin embargo, Él está cerca, muy cerca de las cosas, más cerca de las personas que su propia yugular. Además, es incorpóreo e independiente del universo material. Se expresa a través de Sus criaturas y está libre de cambio. La vista no Le alcanza, pero Él puede verlo todo; Está por encima de toda comprensión, pero tiene información de todas las cosas. (Corán 6:103).
Él es Inmortal, Potente, Todopoderoso, Omnipotente y Omnisciente. Está libre de defectos y fracasos; del letargo, el sueño, la enfermedad y la muerte. Es el Señor de todo el universo, los ángeles y de todas las cosas. Sus poderes controlan los cielos. Es extraordinario en la creación y no tiene rivales en la creación. El fijó la vida y la muerte de cada ser creado y nada puede escapar a Su poder. Su potestad y poder son incalculables.
Él es Omnisciente. No tiene límite de conocimiento y conoce todas las cosas. Lo que sucede entre los abismos más profundos de la tierra y el más alto de los cielos no escapa a Su conocimiento. Conoce el átomo más pequeño de la tierra o del cielo. Todo lo que es conocido y lo que es secreto Él lo sabe. Cada pensamiento en la mente, cada artimaña del diablo y cada pensamiento bueno o malo no escapa a su conocimiento. Su conocimiento es eterno e ilimitado y libre de defectos.
Nada empieza a existir ya sea pequeño o grande, bueno o malo, beneficioso o perjudicial, con fe o con infidelidad, conocido o desconocido, con ganancia o pérdida, en pecado o con virtud sin Su orden, poder y voluntad. Lo que él desea empieza a existir. Lo que Él no desea no existe. Ni una mirada, ni un pensamiento que se pierda en la mente pueden escapar de Su conocimiento. Hace lo que desea. No hay nadie que pueda rescindir Sus órdenes; no hay obstáculo posible. No hay más refugio que Él. No hay nadie que pueda seguir Su mando si no es Su voluntad. Si la humanidad, los genios, los ángeles y el diablo quieren quitar un átomo del lugar que le corresponden, no podrán hacerlo sin Su voluntad. Su voluntad se basa de forma natural en Sus cualidades que son ilimitadas. No hay precedencia ni consecuencia de ningún acontecimiento de su tiempo designado que Él hubiera decretado.
Él oye y ve; es Omnisciente. Su audición y vista abarcan todo y se extienden a todas las cosas. Nada por exiguo que sea puede escapar a Su oído y nada por sutil que sea puede escapar a Su vista. La distancia no es barrera para Su oído y vista, ya que la distancia y la cercanía son iguales para Él. La oscuridad no puede obstruir Su vista. Ve sin ojos, coge sin manos y crea sin instrumento. Sus cualidades no son como las de los seres creados y Su ser es distinto al de los creados.
El discurso de Alá, en el sentido de Su facultad de hablar, es eterno. El efecto de Su discurso, sin embargo, lo crea Él mismo. Así el Corán, el Evangelio original, la Tora y los Salmos son Sus escrituras, todos creados y revelados a Sus respectivos profetas.
No hay más creador de acciones salvo Él. Lo creó todo de la mejor forma posible y ninguna otra forma es mejor que la Suya. Es sabio en Sus acciones y justo en Sus juicios. Su justicia no es comparable a la de los hombres ni a la de ninguna criatura. Lo que existe en el universo: hombres, genios, ángeles, diablos, cielo, tierra, animales, plantas, cosas vivas o inanimadas, todo es resultado de Su poder de creación. Ya estuvo en la eternidad por Él Mismo y no había nada junto a Él. De ahí dio lugar a sus creaciones de la nada. En todas las Creaciones Él nunca siente fatiga ni languidez. Todo lo que Él hace es por Su sentido de la justicia, no por opresión ni injusticia. Dio milagros a sus profetas y transmitieron Sus mandatos y prohibiciones a la humanidad a través ellos.
La existencia de Alá se demuestra e ilustra en el Corán de varias maneras que se refieren a la mejor descripción de las creaciones que vemos alrededor de nosotros y dentro de nuestros propios cuerpos. En primer lugar, el Corán llama la atención a aquéllos que creen fielmente en la ley de la causalidad de las señales del universo que señalan al Creador. "En la creación de los cielos y de la tierra; en la alternancia de la noche y el día; en los buques que navegan por el océano que soporta cargas beneficiosas para el hombre; en el agua que Alá hace bajar del cielo y con la que revitaliza la tierra después de su muerte, dispersando toda clase de animales por todos los rincones; en los cursos de los vientos, y en las nubes apretadas para servir al servicio entre la tierra y el cielo, hay verdaderamente señales para las personas que usan su razón"(Corán 2:164) Tiene que ser un creador para su creación o un organizador para este perfecto orden, "Fueron creados de la nada, o fueron ellos mismos los creadores? ¿O crearon ellos el cielo y la tierra? No, ellos no tienen creencia firme.”(Corán 52:35-36) Cuando el Faraón le preguntó a Moisés, "¿Quién es tu Señor o Moisés"? contestó, "Nuestro Señor es El que le dio a cada cosa creada su forma y naturaleza, y después la continuó guiándola" (Corán 20:49-50)
En segundo lugar, el Corán invoca a la "fe humana innata" (fitrah) que mueve al hombre a reconocer intuitivamente la existencia de Alá, que es Quien nos protege y da sustento. Por instinto natural propio, especialmente en momentos de mucha dificultad, tanto hombres como mujeres llamarán a Alá para pedirle sinceramente Su ayuda. "Así que gira tu cara a la religión, inclinándote a la verdad. (Únete) al "fitrah" de Alá sobre el que ha creado a todas las personas. No debe haber ningún cambio en la creación de Alá. Esa es la religión correcta, pero la mayoría de las personas no lo saben". (Corán 30:30) Si esta fe innata pura y natural se contradice en tiempos de alegría, de diversión y de bienestar, siempre revive en tiempos de dificultades, "es Él quien os hace viajar por la tierra y por el mar. Y cuando os encontráis en los barcos y naveguen con viento favorable, entonces se regocijan por ello; pero cuando les llega un viento tempestuoso y las olas se alcen por todas partes y se sientan rodeados, invocarán a Alá con reconocimiento sincero y sumisión. Si nos salvas de ésta, estaremos entre los más agradecidos" (Corán 10:22). Esta fe innata también renace cuando se le pregunta a los hombres de repente sobre sus orígenes o bien acerca del origen de su Creador. En esos momentos, la palabra Alá se presenta a sí misma "Si les preguntara: " ¿Quién creó el cielo y la tierra; y sujetó el sol y la luna? Dirían sin duda, "Alá". ¿Entonces cómo se dejan engañar y se alejan de la verdad?" (Corán 29:61) "Decid: ¿Quién os provee desde el cielo y la tierra? ¿Quién tiene en su poder el oído y la vista? ¿Quién hace salir lo vivo de lo muerto y lo muerto de lo vivo? ¿Quién rige el mandato? Dirán, Alá. Decid entonces ¿Es que no vais a temer a Alá? Para eso es Alá, vuestro Señor, la Verdad. ¿Y qué hay más allá de la verdad sino el error? ¿Cómo es que os apartáis? (Corán 10:31-32)
En tercer lugar, el Corán facilita pruebas históricas de que la creencia en Alá y Sus mensajeros siempre ha significado la vida y el bienestar, y que la incredulidad y el rechazo han llevado permanentemente consigo la destrucción y la pérdida. El caso de Noé, "Lo tacharon de mentiroso y lo salvamos en la nave a él y a los que con él estaban. Y ahogamos a los que habían negado la verdad de Nuestras señales. Verdaderamente, fueron gente ciega." (Corán 7:64) En el caso de Hud, "Y los salvamos junto a los que con él estaban, por misericordia Nuestra. Eliminando a los que habían negado la verdad de Nuestras señales y no eran creyentes en absoluto." (Corán 7:72) En el caso de Saleh y su gente de Thamud, "Así que ahí están sus casas, desoladas por la injusticia que han cometido. Sin duda, ahí se encuentra una señal para la gente que sabe. Y salvamos a los que creyeron y temían Alá". (Corán 27:52-53) Sobre Mahoma, (la paz sea con él), el Corán se refiere a todos estos casos y a otros y dice: "Y he aquí que antes de ti enviamos mensajeros a sus respectivos pueblos. Fueron a ellos con las pruebas evidentes. Nos vengamos de los que hicieron el mal. Era un deber para Nosotros socorrer a los creyentes." (Corán 30:47).
Alá es un Dios Único que no tiene compañeros. No hay nadie ni nada como Él en su ser, cualidades o actos. El Corán afirma: "Él es Alá, el Único, la Causa Eterna de todos los seres; Él no engendra, ni ha sido engendrado. Y no hay nadie que se le pueda comparar." (Corán 112:1-4) En otra parte dice: "Y su Dios es Dios Único, no hay más Dios que Él, el más Misericordioso, el Clemente." (Corán 2:163) Toda la gran belleza y el orden del universo señalan al hecho de que el Creador es único. Si hubiera existido más de uno, la belleza y el orden hubieran sido reemplazados por la anarquía y el caos. "Si hubiera habido dentro del cielo y de la tierra otros dioses además de Dios, ambos se habrían destruido. ¡Gloria a Alá, Señor del Trono, por encima de lo que Le atribuyen¡". (Corán 21:22) En otra parte dice: "Alá no ha tenido ningún hijo, ni jamás ninguna deidad ha estado con Él. (Si las hubiera habido), entonces cada deidad habría tomado lo que creó, y algunos de ellos habrían intentado vencer a los otros. ¡Gloria a Alá por encima de lo que Le puedan atribuir! (Corán 23:91).
Alá es el único Señor del cielo y la tierra y de todo lo que está en ellos y entre ellos. Lo creó todo y lo midió exactamente según sus medidas correctas, y es Él quien le dio a cada cosa su forma y su naturaleza, y las guió adecuadamente. Ninguna criatura jamás podrá reclamar ser el creador ni el sustentador de ni tan siquiera un átomo del cielo o de la tierra. Alá es el único Dios; ninguno es más digno o merecedor de culto. Alá es el único al que la gente debe mirar con temor y esperanza; es sólo a Alá a quien se le debe pedir misericordia y buena suerte. Toda la humanidad (ya sean los profetas, los santos, los reyes, los emperadores, los presidentes, los ministros, o las personas corrientes), son todos criaturas y siervos de Alá que no pueden hacer daño ni afectar, ni tampoco beneficiar salvo por poder de Alá. "Ninguno de los seres del cielo y de la tierra se presentará ante Alá Todo Misericordioso más que como siervo." (Corán 19:93) No pueden controlar ni la vida, ni la muerte, ni la resurrección. Atribuir lo divino a un humano es sobrevalorar a ese humano; y someterse a ese humano es subestimarse a uno mismo.
Alá le pidió al Profeta Mahoma que llamara a toda la gente de las antiguas escrituras (cristianos y judíos), "Decid, Gente del Libro, Venid a una palabra común para todos; adoremos únicamente a Alá, sin asociarlo a nada, y no nos tomemos los unos a los otros como señores en lugar de Alá. Y si vuelven la espalda, decid: ¡Sed testigos de que nos sometemos a él! (Corán 3:64) El Profeta del Islam se describe en Corán, "Mahoma no es más que un mensajero. Otros mensajeros han muerto antes que él". (Corán 3:144) Según el Islam, todos los profetas de Alá son seres humanos como nosotros que fueron escogidos por Él para llevar Su mensaje a Sus criaturas; y los llamó para venerarlo solo Él. El testimonio islámico, "no hay Dios digno de culto salvo el Único Dios Todopoderoso", marca una revolución contra los semidioses de la tierra, ya sea humanos, cosas, conceptos o de otro modo. Nadie tiene derecho a ser venerado salvo Alá.
Creer en la existencia de Alá es creer que es perfecto en la manera que se Le describe, que es un ser infalible y libre de cualquier imperfección o debilidad. "Ni engendra ni ha sido engendrado, y no hay nadie que pueda comparase con ´Él." (Corán 112:3-4) Su perfección se ilustra con la belleza y la perfección del universo, y por el sonido y la naturaleza intuitiva de los humanos. El Corán ha dado cuenta detallada de este hecho. "Él tiene las llaves del que no se ve y sólo Él lo conoce. Y sabe lo que hay en la tierra y en el mar. Ni una hoja puede caer sin que Él lo sepa, ni hay semilla en la profundidad de la tierra, ni nada húmedo o seco que no figure escrito en un libro." (Corán 6:59) "Él es el Creador del cielo y la tierra. Os ha dado esposas creadas de vosotros mismos y ha creado parejas para los animales de rebaño, así es como os multiplica. No hay nada como Él, es el que todo lo oye y todo lo ve." (Corán 42:11) Alá es el Sabio, el Todo Poderoso, el Hacedor de todos sus deseos. Nadie Le puede conquistar ni oponerse a Sus deseos. "Decid: ¡Alá, Dueño de la Soberanía! Tú le concedes y le quitas el dominio a quien quieras. Y das poder a quien quieres y humillas a que Tú quieras. Todo el bien está en Tu mano. Realmente eres Poderoso sobre todas las cosas." (Corán 3:26)
Alá puede hacerlo todo; no hay nada que no pueda hacer. Es Él quien responde al que está triste cuando Lo llama, y es Él quien quita sus males. Será Él quien le devuelva la vida a los muertos cuando sus huesos se hayan desecho y se hayan convertido en polvo. Es él quien le da la vida a las criaturas cuando las crea por primera vez, lo que hace fácilmente, "Bendito sea Él, en cuya mano está la soberanía, y es Capaz de hacer todas las cosas." (Corán 67:1) Él es el Sabio que no crea por capricho o sin propósito alguno. Nada que se descuide queda sin Su juicio, recompensa o castigo. No hay nada que Él no haga, ni hay ninguna ley que dicte que está desprovisto de razón, ni siquiera si Sus criaturas no lo comprenden. Los Ángeles lo testifican en el Corán "¡Gloria a ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado. Tu eres en verdad el que Todo lo Sabe, el más Sabio." (Corán 2:32) Hace Igualmente a todos Sus profetas, a sus devotos y a todas las personas intuitivas, "los que recuerdan a Alá de pie, sentados y acostados, y reflexionan sobre la creación de los cielos y la tierra: ¡Señor nuestro! No creaste todo esto en vano. ¡Gloria a ti! ¡Debes protegernos del castigo del Fuego! (Corán 3:191).
Es el Misericordioso, y Su misericordia calma su Ira, y Su misericordia y conocimiento van de la mano. El Corán cita la invocación de los ángeles "… Nuestro Señor, Tu abrazas todas las cosas con misericordia y el conocimiento…" (Corán 40:7). Alá dice, "… aflijo con Mi castigo a quien quiero y Mi misericordia abarca todas las cosas. La ordenaré para los que hagan el bien, den limosnas habitualmente y crean en Nuestras señales." (Corán 7:156) Para reforzar la esperanza en Él en los corazones de sus criaturas, con especial atención a los pecadores y malhechores, dijo: "¡Siervos míos que os habéis excedido en contra de vosotros mismos! No desesperéis y confiad en la Misericordia de Alá, es verdad que Alá perdona todas las faltas, pues Él es el Perdonador, el más Compasivo." (Corán 39:53).
Dios no está aislado del universo. Dijo: "Es una revelación Suya, que creó los cielos y la tierra. El Misericordioso que gobierna desde su Trono (de autoridad). Suyo es cuánto hay en los cielos y en la tierra, lo que hay entre ambos y lo que hay debajo de ellos. Y hablad en voz alta... (O no). Él conoce lo secreto y aún más lo que se esconde. Alá, no hay dios sino Él. Suyos son los nombres más hermosos (Corán 20:4-8) en otro versículo dice, "Alá: no hay deidad sino Él, el Viviente, el Eterno. Ni la somnolencia ni el sueño Le afectan. A él le pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra. ¿Quién puede interceder por alguien ante Él, sino es con Su permiso? Sabe lo que hay entre ellos y lo que hay detrás de ellos. No abarcan nada de Su cocimiento a menos que Él quiera. Su trono se extiende sobre los cielos y la tierra; y no Le causa fatiga mantenerlos. ¡Él es el Sublime, el Todopoderoso!" (Corán 2:255)
En el Islam Dios es el Creador de todo, el Donador del sustento para todas las cosas, el glorioso en el Poder de todas las cosas. Conoce todo y controla todo lo que hay en el universo. Su misericordia está por encima de todo. Él ha sido el creador de todas las cosas y se las ha proporcionado a los demás. Él lo ha medido todo y lo ha guiado. Puede verlo y oírlo todo, y conoce lo que se revela y se confía a los corazones. ¿Es que no ves que Alá conoce lo que hay en los cielos y en la tierra? No hay confidencia de tres en la que Él no sea el cuarto, o de cinco en la que Él no sea el sexto, ni de menos o más que eso sin que Él no esté con ellos donde quiera que estén. Luego el Día del Juicio Final les hará saber lo que hicieron. Es cierto que Alá es el conocedor de todas las cosas." (Corán 58:7)
El es el creador de toda la vida y de lo inerte, y todo sigue Su mandamiento, y desde Su poder consigue dominar a todas las cosas. Une la noche en el día y el día en la noche. Da muerte al vivo y al muerto vida. Le da riqueza y sustento a quien quiere sin límite alguno. Todo lo que está en el universo, alto y bajo, con o sin voz, animado o inanimado, todas las estrellas, los planetas y su espacio y las órbitas, y todos los otros objetos en el espacio son sujetos que se rigen por la ley de Alá. Todos son prueba de Su Grandeza y de su Unicidad, indican Su Conocimiento y Su Sabiduría, Le glorifican y Le alaban eternamente. "Los siete cielos y la tierra Lo Glorifican así como quien en ellos están. No hay nada que no Lo glorifique alabándolo, sin embargo vosotros no entendéis su glorificación. Es cierto que Él es Benévolo, y es el Perdonador." (Corán 17:44) Esta glorificación universal y devoción a Alá es una gran verdad que muchos ojos no son capaces de ver y muchos oídos no pueden oír. Sin embargo, resulta demasiado obvio para el intuitivo y el sensato; que ve el mundo entero como un lugar de culto con todos sus seres que se postran en su devoción a Alá, recitando versos de glorificación y elogio al Todopoderoso, al Sabio, al más Benéfico y al mayor de los Misericordiosos. "Todos los que habitan en los cielos y en la tierra se someten sólo a Dios, libremente o por imposición, así como lo hacen sus sombras, ya sea mañana o tarde." (Corán 13:15) "Todo lo que hay en los cielos y en la tierra glorifica a Alá, y Él es el Poderoso, el Sabio. Suya es la soberanía de los cielos y de la tierra, y envía a la muerte, y es Poderoso sobre todas las cosas. Él es el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto. Y es el Conocedor de todas las cosas." (Corán 57:1-3) "¿Es que no ves que ante Alá se postra cuanto hay en los cielos y en la tierra, el sol, la luna, las estrellas, los árboles, las bestias y muchos de los hombres? Y hay muchos que merecen que los castiguen. A quien Alá envilece no hay quien lo honre. Sin lugar a dudas, Alá hace lo que quiere." (Corán 22:18)
El Corán establece la magnificencia y la singularidad de Dios revelando Sus cualidades metafísicas. El subsiste por sí mismo y es eterno (Corán 2:255, 3:2, 20:111, 25:58, 40:65) y también absoluto (Corán 112:2), una perfección que combina con la infinidad y la autosuficiencia. Dios tiene perfecciones morales como son las distintas formas absolutas de sabiduría, conocimiento, poder, bondad, misericordia, etc. El Islam como religión de un monoteísmo absolutamente riguroso y sin calificar, ve la sumisión voluntaria a Dios como una forma de proporcionar un criterio de valor humano. Dios es invisible, pero podemos presentir Su omnipresencia total en la naturaleza que nos rodea. Todo en los cielos y la tierra glorifica a Dios y muestra Su grandiosidad majestuosa (Corán 45:36; 57:1; 59:1; 59:24; 61:1; 62:1; 64:1). Toda la creación, incluyendo las sombras de objetos, se inclina ante Dios (Corán 13:15; 16:48), aunque ese culto sea diferente al culto voluntario, racional y amoroso que eligen los humanos.
La dignidad divina que se percibe se describe como glorificada (Corán 11:73), abarca a la grandeza (Corán 45:37), a la gloria (Corán 17:1), a la belleza digna (Corán 55:27; 55:58), al honor (Corán 55:27; 55:78) y a la seriedad (71:13). Es el primero y el último, el evidente y el que se oculta (Corán 57:3). Él es el conquistador (Corán 6:18; 6:61) o de forma intensa, el que domina de forma irresistible (Corán 12:39; 13:16; 14:48; 39:4; 40:16). "Y Dios domina Sus propósitos" (Corán 12:21; 65:3); Su palabra se exalta (Corán 9:40). Él es auto suficiente, y está libre de necesidades (Corán 14:8; 27:40; 29:6; 31:12; 57:24; 64:6). "La revelación del Libro que procede de Alá, el Poderoso y el Conocedor. El que perdona las faltas y acepta el arrepentimiento, el Enérgico cuando castiga, El que da con generosidad. No hay dios sino Él y a Él debemos dirigirnos." (Corán 40:2-3) Sólo Dios es el verdadero Hacedor: Puede ordenar algo según Su voluntad (Corán 5:1; 3:154), hace todas las cosas que piensa (Corán 11:107) y causa directamente acontecimientos en la naturaleza (Corán 25:45-51). En verdad Él es el único que puede hacer cualquier cosa desde que lleva las riendas con Sus divinas acciones (Corán 8:17, 85:16), principalmente en el ejercicio de la prerrogativa divina de conceder la vida y la muerte y de dar la vida al muerto (Corán 3:156; 15:23; 42:9; 44:8; 50:43; 53:44; 57:2).
Mientras Alá es independiente de la creación, toda la creación depende de Él y todo debe responder ante Él. Es nuestro Rey, Dueño y Maestro. Nosotros somos Sus siervos, los ciudadanos de Su reino. Alá no es responsable de Sus criaturas; aunque de manera voluntaria ha impuesto su Misericordia y conducta (Corán 6:12). Y a él volveréis para que os haga juzgue como "vuestro Señor" (Corán 6:62). Él tiene soberanía inalienable sobre toda la creación, el Señor y Sustentador de los mundos (Corán 1:2). Como un siervo obediente, el sabio busca seguridad contra la ira divina (Corán 1:4-7). Alá es independiente no sólo de Sus criaturas, sino que tampoco Le afecta como respondan a sus órdenes (Corán 2:57; 39:7). El ser humano es prescindible, incluso desechable (Corán 35:15-17). Si los seres humanos responden con obediencia arrepentida o rechazo impenitente, no es diferente para Alá. Sin embargo, Alá ha honrado a los hombres y mujeres con su decisión misericordiosa a la hora de revelarles Su deseo (Corán 17:70; 76:2-3). Aunque la iniciativa en este caso es la divina, somos nosotros los que necesitamos a Alá (Corán 14:8). Es sensato ser conscientes de Dios Todopoderoso ante Quien deberemos responder (Corán 1:4; 21:23, 43:44), pero Él nos ha ofrecido un sentido común que debemos entender como un "trato"; es decir si obedecemos tendremos éxito (Corán 61:10). Si no lo hacemos, Alá nos advierte de que debemos actuar con cautela con Él (Corán 3:28; 3:30). Alá es misericordioso con quien quiere y le concede sabiduría y guía a quien Él desee (Corán 2:269). Perdona a quien Le complace y castiga a quien quiere (Corán 5:18; 42:8; 48:14; 76:31). En el primer caso está afirmación corresponde al contexto de los que reclaman exención del juicio divino (Corán 5:18).
Mientras Alá se describe a sí mismo como misericordioso, inestimable, paciente y justo, siempre rico en el perdón para una comunidad corrupta; también castiga a los que rechazan los mandatos divinos (Corán 13:6). Si los hombres y las mujeres creen y actúan de forma virtuosa, Alá siempre está deseando recompensarlos con generosidad. "Quienquiera que actúa con rectitud, el hombre o la mujer, y tiene fe; le Concederemos una nueva Vida, una vida buena y pura, a la vez que le recompensaremos según lo buena que sean sus acciones". (Corán 16:97)